jueves, 22 de diciembre de 2016

UNA HISTORIA CRUEL

UNA HISTORIA CRUEL

Bogotá, diciembre 22 de 2016
Hola, amigos:       

En estos días en que han ocurrido varios asesinatos y violaciones contra las mujeres y los niños en Colombia, me traen a la mente un episodio que viví hace ya varios años, si mal no recuerdo, por allá en el año 2000 o 2001 y que hoy les comparto. Lo traigo a cuento con el fin de que pensemos cuán frágiles somos las personas en ciertos momentos de la vida, cuán expuestos a perder nuestra condición de personas honorables, o de caer en trampas difíciles de superar, y también que el destino nos puede jugar unas malas cartas. No lo digo en el caso reciente, sino refiriéndome al caso mío que les comparto.

Y claro que no apruebo ni justifico ningún acto violento contra los niños, como el caso reciente en Bogotá, y de su autor, de quien creo que es un asesino, un monstruo como persona, un hombre digno del peor castigo. Pero, en el caso que comparto, sí pienso que pudo haberme sucedido una acusación injusta por lo que viví ese día, y que a veces la vida nos trata mal, y de pronto en la cárcel habrá personas, “ancianos” como yo, y puedo suponer que están pagando penas sin haberlas cometido, simplemente porque su versión no es creíble frente a otra versión contada por una niña o por un grupo de niños puestos en estas circunstancias porque el entorno familiar los lleva a comportarse de esta manera, y porque el ejemplo que han recibido en su vida los empuja a que esas actuaciones parezcan cosa de niños.

Estaba yo en Villavicencio, una población cercana a Bogotá, para los amigos que no viven en Colombia y que de pronto no conocen; me encontraba yo laborando con una empresa que fabricaba e importaba sistemas contra incendio, y por supuesto, Ecopetrol era uno de nuestros principales clientes, y al que estaba yo visitando; en esa zona existen varios pozos de exploración y explotación de petróleo. Una zona con clima muy cálido, y después de un buen almuerzo, en horas del mediodía, el sueño ya es parte de nuestro vivir diario, por lo que en esa situación, me propuse hacerme a un lado de la carretera entre Restrepo y Villavo, pueblos cercanos entre sí, para disfrutar de una buena siesta.

En esas estaba, cuando me golpearon en la ventanilla del carro tres niñitas, que calculé en 11, 10 y 8 años, solicitándome que las acercara a Villavicencio, a unos 3 o 4 km. de allí. Venían de darse un baño en el río cercano, según me comentaron. Les dije que no podía porque tenía sueño y no me quería arriesgar a manejar en ese estado. Al cabo de unos diez o quince minutos, me dispuse a seguir mi camino, en el que me encontré otra vez a las mismas niñas, un poco más adelante. Les propuse llevarlas hasta la entrada de la ciudad, y se acomodaron una adelante conmigo, y las otras dos en el asiento de atrás. Curiosearon mis papeles de trabajo, y la guantera del carro, supuse con curiosidad de niños.

En algún momento en el camino, una de las niñas que estaban atrás, se me acercó y un poco en secreto me dijo: “si usted le da $ 5.000, ella le muestra la cuca”, y efectivamente, una de ellas se bajó los pantaloncitos. En ese momento se me vino el mundo encima. Lo primero que pensé fue: “¿Quién me puso esta trampa?”. Supuse que atrás de mí vendría una camioneta de mafiosos, para amenazarme posteriormente y chantajearme. Mi susto inmediato me puso a pensar en que estas niñas eran hijas de prostitutas, o por lo menos que su entorno familiar estaba muy relacionado con esa clase de personas. Me dio lástima, pero el temor que sentí me puso a pensar a mil por hora, mil cosas en pocos segundos; enseguida me imaginé mi fotografía en El Espacio, periódico sensacionalista que en esa época circulaba en el país, con un título como: “Anciano violador fue encontrado con tres niñas en un vehículo de su propiedad”. En esa época yo estaba llegando a mis primeros 60 años, y para esas actividades, la prensa lo cataloga a uno como un anciano.

Ya en medio de este episodio, estaba llegando al peaje que existía muy cerca de allí, y pensé buscar a la policía y contarles mi situación. Pero, hoy me río de este pensamiento, en ese instante reaccioné y me dije: “Si yo le digo a unos policías que unas niñas de 8, 10 y 11 años me quieren violar, ¿me creerán?”. Mi respuesta inmediata fue que no, y que más bien me detendrían pues las niñas me acusarían a mí, en vez de yo acusarlas a ellas. La fotografía de El Espacio ya me pareció aún más grande, la letras en color rojo, y yo en ese momento me encontré mentalmente en la cárcel, y ahí sí, violado, pero como supuse, no por unas niñas, sino por unos jayanes de dos metros de altura. ¡Qué dolor! Del alma y del cuerpo.

Mi paso siguiente fue seguir hacia dentro de la ciudad, y no contarle a la policía mi situación, pero al solicitarles a las niñas que se bajaran del carro, insistían en que les diera dinero. Cada minuto que pasaba en esa situación, yo me iba desesperando, pero con muchos temores, veía policías por todas partes, en mi imaginación, claro, yo les abría las puertas, pero ellas no obedecían a mi solicitud. Pensando en que se podría formar un escándalo, me fui camino hacia un poco afuera del casco urbano, en un sitio algo más solitario, para deshacerme de ellas sin llamar la atención. Pero entonces el título del periódico cambiaba a cada segundo. Ya era: “En un mangón de Villavicencio fue hallado un anciano pervertido tratando de violar a tres niñas”. Yo no recuerdo exactamente cuántos minutos estuve en esa situación tan complicada, pero al fin logré darles unos billetes a esas tres diablas para que se bajaran del vehículo y al fin me dejaron en paz. Bueno, qué digo en paz, en guerra. En guerra con el tráfico, para no encontrar a alguna autoridad que me detuviera por mi perversidad, corriendo hacia un lugar seguro y lejos, muy lejos de esos terribles angelitos. En guerra conmigo mismo, pues me sentía un violador sin serlo, un puerco delincuente sin tener la menor intención de propiciar la situación.

Afortunadamente yo no estaba solo en esa ciudad, pues había viajado en compañía de mi primo Alfredo Bernal a una casita que él tenía allá, un hombre que ejerció como sacerdote jesuita durante varios años, pero que se retiró de esa labor, una persona con la cual era yo muy cercano, con quien teníamos largas charlas pues él era un gran conversador, digo era, pues ya falleció hace casi tres años; charlábamos mucho de teología, sobre lo cual él era un experto, hablábamos sobre diversos aspectos de la vida, y por supuesto, esa noche el tema fue mi reciente experiencia “sexual”, con la que nos dolíamos por esas niñitas, nos extrañábamos por el país, y nos felicitábamos por haber pasado esos momentos sin un final trágico para mí. Fue un bálsamo tener a un amigo cerca para compartir ese momento extraño y difícil. Hasta le conté que una de ellas me robó de la guantera un medidor de aire para las llantas. Se conformaban con muy poco, aunque si cada día llevaran 5.000 a su casas, era una buena ayuda para sus madres, que supongo en oficios similares a los que vi en esas niñas.   

A una niña se le agotaron sus sueños por culpa de un asesino, violador, torturador, movido quién sabe con qué motivaciones como comenté arriba. Ambas vidas perdidas. Pienso en un posible final diferente en mi historia, terrible, doloroso, sin haber querido buscar nada parecido a lo que sucedió la semana pasada en Bogotá.


Un saludo de amigo,

ALBERTO BERNAL TRUJILLO


miércoles, 7 de diciembre de 2016

EN DEFENSA DEL GOBIERNO

EN DEFENSA DEL GOBIERNO

Bogotá, diciembre 6 de 2016
Hola, amigos:         

Este es un trabajo complicado, tratándose del gobierno de Juan Manuel Santos, que tiene una aceptación general por los lados del 20% en el país. No es fácil, pero lo voy a intentar. Como casi todas las cosas y acciones en la vida, hay resultados buenos y resultados malos en las acciones que se acometen, pero hoy sólo voy a tratar de destacar los buenos resultados de este gobierno, dejando a otros el recuento de los malos, que es otra parte del análisis. Sólo quiero resaltar que no estoy de acuerdo con los resultados tan bajos de las estadísticas, y no porque no estén bien hechos, sino porque me parecen injustos. Pero es sólo una apreciación personal, y muchos de los lectores no estarán de acuerdo conmigo, lo cual es válido. Haré una descripción de algunos logros alcanzados, sin pensar que son los únicos, o que no haya algunas cosas criticables y fallas en sus labores.

1.      Empecemos por el acuerdo de paz con las Farc, logro no alcanzado por ninguno de los ocho o nueve gobiernos anteriores, que también lo intentaron. Ya ha sido muy discutido durante los últimos meses o años estos resultados, pero yo los considero excelentes, después de más de 50 años de estar en guerra permanente con las guerrillas. Se han analizado suficientemente los resultados, por lo que no lo haré en este caso. Pero puedo destacar del acuerdo la parte agraria, me gustan sus metas, como la restitución de tierras y la sustitución de cultivos. También me gustan el desminado, el abandono del narcotráfico y los proyectos de educación y trabajo para la reintegración de los guerrilleros a la vida civil. Es bien merecido el premio Nobel concedido al presidente Santos, por su labor en pro de la paz de Colombia y los logros obtenidos, por lo que la implementación de los acuerdos y los avances en materias allí contempladas, se ha iniciado ya en el congreso.

2.      El transporte en general: incluye la construcción y mejora de 16 aeropuertos que están a cargo de la ANI, y de 47 que están a cargo de la Aerocivil. Jamás se había visto esa mejora en la aeronavegación, un salto tan grande en su seguridad, en su comodidad. Toda una revolución. Los proyectos de las 4G, que son unos planes muy ambiciosos para mejorar las carreteras y la movilidad del transporte en el país. Veremos un aumento importante de carreteras en doble calzada por todo el país, incluyendo la más importante, Bogotá – Buenaventura, con el paso por La Línea, que mueve la mayor cantidad de carga en Colombia. Sólo para Antioquia, se están construyendo y mejorando las vías Bolombolo-La Pintada, Primavera-La Pintada, Bolombolo-SantaFé de Antioquia-Cañasgordas, Cañasgordas-Mutatá-El Tigre, Bolombolo- Camilocé-Caldas, La Pintada-La Virginia, Caucasia-Zaragoza- Remedios, Remedios-Puerto Berrío, Bello-Barbosa-San José del Nus, Medellín-Caucasia-Planeta Rica. Jamás los antioqueños habíamos tenido la oportunidad de ver nuestras vías terrestres en el estado en que van a estar en pocos años. El río Magdalena tendrá mejoras en la navegación, la generación de energía eléctrica, el control de las inundaciones, el uso del riego, el mejoramiento de la zona ribereña, el uso de los recursos de pesca. Ese río, que es el más importante del país, tendrá una nueva vida a partir de estos trabajos, que se habían aplazado por muchos gobiernos. Están en marcha los proyectos de ferrocarriles, para que se inicie la rehabilitación en los próximos meses y años.

3.      En educación, se ha completado el plan para la cobertura gratuita al 100% de los estudiantes del grado 0 al 11. Se promovieron becas para el programa “jóvenes en acción”, con ayudas para más de 50.000 estudiantes de bajos recursos. El programa “ser pilo paga” ha beneficiado cerca de 30.000 estudiantes para cursar carreras en cualquier universidad del país. Sus resultados, en tres, cuatro o cinco años, se verán en un multiplicador muy interesante en sus propias familias. Hoy conocimos los resultados de las últimas pruebas Pisa, en los que Colombia no sale bien librada, pero en los que se denotan los avances logrados, lo que indica que se camina en el sentido correcto, con dificultades.

4.      El mayor apoyo al deporte, en programas como “Supérate”, que son escuelas de deporte en los municipios, así como en apoyo a Coldeportes y premios para los ganadores de medallas en juegos internacionales, en olímpicos, etc, muestra un buen posicionamiento del país en los rankings de medallería, un aumento de ganadores de torneos en varios deportes. Esto contribuye al mejor estar de los niños y jóvenes, y su alejamiento del licor, de las drogas y de otros peligros.

5.      Hoy existe cobertura casi al 100% en salud, logro importante de este gobierno, como pocos países en proceso de desarrollo como el nuestro lo han logrado. Se trata entonces de conseguir avances en la calidad, para mejorar la vida de los colombianos. Un avance importante ha sido el control de medicamentos, tanto en calidad como en precios, lo que contribuye a una vida más placentera para nuestros enfermos. Otro logro importante ha sido la aprobación del derecho a la eutanasia, que contribuye a una muerte digna para personas en condiciones difíciles de salud. Sí, ya sé que hay países en la región como Cuba, Chile, Brasil, que tienen buenos sistemas de salud, pero lo que resalto no es el logro final, sino los avances conseguidos.

6.      Las relaciones internacionales mejoraron en este gobierno, pues veníamos de un período de pésimos manejos en este aspecto, con casi todos los vecinos. Hoy, prácticamente todos los países del mundo respetan profundamente a Colombia, lo apoyan, y tienen buenos tratos con nuestro país. Existen 69 países que ya no nos exigen visa para entrar a ellos, y por este manejo la inversión extranjera aumentó en un 150% en los seis años de gobierno. En el momento, hay suscritos acuerdos comerciales y TLC con cerca de 50 países, lo que nos muestra una ventana comercial hacia la cual exportar nuestros productos con ventajas arancelarias, y fuera de los cuales estaríamos en desventajas frente a muchos otros países en el mundo. Este marco se ha conseguido por la confianza creada por anteriores gobiernos, pero especialmente con este último y sus medidas económicas.

7.      En turismo, hemos pasado en este gobierno de 2.500.000 visitantes extranjeros a más de 4.500.000, lo que significa entrada de divisas en cifras muy importantes. Muchas cosas se suman a este rubro, entre otras cosas el alza del dólar por efecto del precio del petróleo.

8.      En vivienda, se ha incrementado la construcción especialmente en vivienda de interés social, entre otras cosas con más de 100.000 casas gratuitas para las personas con muy bajos recursos económicos, y construcción y préstamos con subsidio a casi otros 100.000 hogares, como programas gubernamentales. Estos planes redundan en menor desempleo durante el proceso de la construcción, y mayor formalización del trabajo.

9.      En producción, hay dos rubros bien interesantes, que ayudan a mayores ingresos tanto para el gobierno como para los hogares que están relacionados con ellos. En petróleo se pasó de 780.000 a 1.050.000 barriles por día, y el café subió de 9 a 14,5 millones de sacos al año, en los dos productos más importantes de nuestras exportaciones, además del carbón.

10.   En comunicaciones se llegó a una cobertura con fibra óptica y banda ancha en la totalidad de los municipios del país, lo que pocos países de Latinoamérica pueden ofrecer. En este mercado tan globalizado, es bien importante este aspecto, para estar presente en educación, comercio, conferencias, comunicación telefónica, turismo, industria, etc.

11.   Por último, un logro muy importante dentro del aspecto social del país, es la baja en los indicadores de pobreza y pobreza extrema, que uno de los fines más significativos que un gobierno en Colombia debe tener hoy: entre 2010 y 2016 la pobreza absoluta pasó de 37.2% a 29.3%. La indigencia pasó de 12.3% a 8.4%. Son indicadores y mediciones que nos muestran avances interesantes, aunque el problema no deja de ser inmenso aún.

Todas las consideraciones anteriores significan para mí que el gobierno de Juan Manuel Santos ha sido más eficiente en términos generales que la percepción que tienen la mayoría de los colombianos. Y como estas son cuestiones muy subjetivas, sé que a muchos no les gustan mis apreciaciones, pero ahí queda mi opinión.

Y una última consideración. Todos queremos que no haya niños con hambre y fuera de la escuela, ni jóvenes sin estudio, ni desempleo, ni mujeres agredidas. Queremos pleno empleo, salud total y de buena calidad, transporte barato, vivienda para todos los hogares, parques para recrearnos, buen aire para respirar. Estas cosas sólo se consiguen con impuestos y con cero corrupción. ¿Será que todos contribuimos con ambas obligaciones? Porque la corrupción no es sólo de los políticos y los gobernantes, sino de industriales, constructores, comerciantes, jueces, gente del común que entrega coimas, compradores, vendedores, en fin, como dice el eslogan, todos somos responsables de todos.  

Un saludo de amigo,


ALBERTO BERNAL TRUJILLO

lunes, 19 de septiembre de 2016

El SÍ o el NO

El SÍ o el NO

Bogotá, septiembre 19 de 2016
Hola, amigos:       

Esta mañana he oído una entrevista en una emisora de Pereira con mi pariente querido Eduardo Castrillón Trujillo acerca del proceso de paz, lo que me dio pie para escribir este blog de hoy. Ya será, afortunadamente, una de las últimas veces que me refiero a este asunto, pues sólo faltan quince días para que en Colombia votemos el plebiscito propuesto, y el tema ya está prácticamente agotado. Este es el link para quien desee oírla. http://wp.me/p2eFW2-7Vl

 

Por supuesto, como tantas veces hemos debatido con Eduardo, no estoy de acuerdo con él prácticamente en ningún punto, él apoya el voto por el NO, con sus razones, que no comparto. Dice mi primo que los que apoyan el SI creen que este país a partir del 2 de octubre, día de la votación, quedará sin problemas, que todo se va a solucionar. No es cierto, y creo que el gobierno no lo ha afirmado, empezando porque reconoce que el acuerdo con la guerrilla es un acuerdo imperfecto, pero el mejor que se pudo firmar. Oyendo su exposición, me viene a la mente una imagen de una finca, enmontada por el abandono, descuidada, a la que se quiere recuperar para un uso debido, y sobre la que podemos intentar una comparación.

 

Cuando se desea limpiar la finca de la que hablamos, lo primero que habría que hacer es quitar lo más fuerte de la maleza, quizás una zarzamora (las Farc en el símil) que no deja entrar con libertad. Una vez que se quita este estorbo, se podrá ver otra maleza menor (el ELN, p.ej.), a la que se dedicará un especial cuidado en erradicar. Posteriormente podremos ver algunos árboles podridos (la corrupción), que no veíamos por el problema de obstrucción que existía. Dedicaríamos esfuerzos, dinero y tiempo para tratar de salvarlos o de tumbarlos para proteger el resto de vegetación. Muy posiblemente ya podríamos ver algunas orquídeas (gente buena, especial), que no habíamos detectado ante la imposibilidad de entrar a la finca. Ahí, en este punto, ya podríamos pensar en sembrar algunas flores (educación, salud), o sembrar productos agrícolas (agricultura), y pensaríamos en empezar a reconstruir la casa abandonada (vivienda, carreteras).

 

En fin, de lo que se trata no es de que el día de la votación del plebiscito, espero que con un SI rotundo, se acaben los problemas de Colombia, sino que empecemos a reconstruir el país a partir del trabajo, de la reconciliación, de dejar los odios, de proponer todos, de hacer esfuerzos conjuntos, en una forma más propositiva de lo que hemos sido siempre.

 

Como le dije a Eduardo en algún comentario sobre su entrevista, después de oírlo creo ver amigos haciendo cola en un mostrador del aeropuerto tratando de abandonar el país después de esa visión apocalíptica y negativa del panorama futuro si no estamos de acuerdo con sus tesis. Al contrario, de lo que se trata es de empezar a luchar por los colombianos para un mejor estar, un mejor futuro, sin la necesidad de estar preocupados por este problema, como lo hemos estado durante muchos años, y muy especialmente como estuvimos cuando la guerrilla atacaba un día sí y otro también poblaciones pequeñas con bombas, y con toda clase de armamentos, o cuando nos hacían retenes en las carreteras y secuestraban amigos, parientes, desconocidos.

 

Afirma Eduardo y se aterra de que les van entregar curules a las Farc, pero no se aterra cuando Álvaro Uribe les prometió lo mismo, y aún cambiar la constitución, cuando quiso hablar con ellos e iniciar un proceso de paz. Son cesiones normales en el mundo en este tipo de negociaciones. Es bueno leer sobre el porcentaje de curules que se concedieron en otros procesos en muchos países. Dice en su entrevista que las Farc no han cedido nada. Yo le indico algo que ellos se comprometieron a hacer:

 

·        Se van a desmovilizar.

·        Entregarán las armas en 180 días.

·        Ya empezaron a devolver los menores de sus filas.

·        Colaborarán en el desminado y en la identificación de los campos minados.

·        No seguirán con el narcotráfico.

·        Contarán sus fechorías a cambio de no pagar cárcel, pero sí penas alternativas.

·        Contarán la verdad sobre sus crímenes.

·     Pedirán perdón como lo hicieron ya con los habitantes de Bojayá y con los familiares de los diputados del Valle del Cauca.

·        Resarcirán en forma tangible a las víctimas.

 

¿Parece poco? Considero que es mucho, pues se terminará la guerra con ellos. Claro que todo lo que van a hacer será cuestión de fe, pues no sabemos si lo cumplirán, así como tampoco sabemos si el gobierno hará y cumplirá todo lo prometido. Y si los empresarios darán trabajo a los exguerrilleros, como lo han prometido. Es que la construcción de paz es de todos nosotros.

 

Afortunadamente, como todo en la vida, el edificio de este país se construye sobre cimientos, y con las experiencias pasadas. En este caso, el acuerdo que se va a firmar el 26 de septiembre con las Farc es posible gracias a lo realizado en gobiernos anteriores, aprovechando los errores y aciertos de los antecesores del presidente Santos. Los procesos de Rojas Pinilla con la guerrilla liberal y conservadora; el Frente Nacional en 1957; la represión de López Michelsen y de Turbay Ayala; el intento de Belisario Betancur, el ataque al Palacio de Justicia, la desmovilización del M-19, del EPL, del Quintín Lame en el gobierno de Barco; en el de Gaviria, los intentos en Caracas y Tlaxcala, la constitución de 1991; el plan Colombia y el intento del Caguán con Pastrana; el proceso con las autodefensas AUC, de Uribe, y el fracaso de conversaciones con las Farc en ese mismo gobierno, la Seguridad Democrática; procesos todos con algunos aciertos y muchos errores, pero que fueron aprovechados para el proceso actual por parte del gobierno actual. Nada de lo conseguido hoy hubiera sido posible sin las experiencias de los anteriores intentos. Si no hubiera sucedido lo del Caguán, por ejemplo, hoy lo estaríamos viviendo, en iguales o en distintas circunstancias, no lo sabemos.

 

Por eso no estoy de acuerdo con la propuesta del señor Alvaro Uribe de renegociar el acuerdo conseguido, para perfeccionarlo. ¿Será posible que las Farc se sienten de nuevo y digan algo como esto?: “Ah, es que se nos olvidó lo de pagar cárcel; ¿cuántos años quieren que paguemos?” No, eso no es posible. Lo escrito, escrito está, y la ONU, la comunidad europea, los EEUU, Noruega, Chile, José Mujica, los premios nobel de paz, las propias víctimas, la Corte Penal Internacional, prácticamente todo el mundo apoya este proceso y lo considera el mejor que se pudo firmar hoy. 

 

Vivamos hacia el futuro con lo que se ha construido, apoyado por los cimientos que los antecesores pusieron como bases, y sigamos hacia adelante, tratando de que nuestros descendientes disfruten de un país lleno de oportunidades, y confiemos en que las partes cumplan lo firmado, para seguir avanzando en la construcción de una sociedad más justa, más educada, más llena de valores, sin corrupción y con oportunidades para todos.


Un saludo de amigo,


ALBERTO BERNAL TRUJILLO

martes, 12 de julio de 2016

GANADERIA

GANADERIA
Bogotá, julio 12 de 2016

Hola, amigos:

Este asunto de la ganadería es en cierta forma apasionante para mí, lo conozco de primera mano, aunque no como ganadero, empezando por el hecho de que la carne de res me gusta, aunque no es la de mi preferencia. De modo que no soy enemigo por ser vegano, o vegetariano o demasiado cultor del excesivo cuidado de la alimentación como generador de buena salud. Considero que el éxito en una buena dieta consiste en comer de todo, pero poquito. Ni mucha ni poca sal, ni mucha ni poca grasa, ni mucha ni poca carne, ni mucha ni poca agua…

Pero creo que lo que voy a tratar hoy sí tiene qué ver con cada uno de nosotros y con la propia responsabilidad frente a la vida, a la tierra, al medio ambiente, a la producción de este país.

Hace algunas semanas, de paso por el Magdalena medio, observaba esas bellísimas tierras que en algún momento fueron escenario de guerrillas, de paramilitares, de abusos, y me llevé una gran decepción. Durante mucho tiempo en el recorrido, no se ve un solo cultivo agrícola, no existen cultivos como el maíz, el sorgo, la soya, la lenteja, el mango, la piña, el plátano, la naranja, el arroz, el algodón, la caña de azúcar, el cacao, el aguacate, productos de tierra cálida, aceptando que es posible que esas tierras no sean excelentes para algunos de los cultivos que menciono. Es desolador el panorama. Extensísimos terrenos en los que se ven escasamente algunas reses, tal vez una o dos por hectárea en promedio. ¡Qué desperdicio de tierras! Una de las zonas más bellas y productivas del país, perdida o subutilizada.

Hago una consideración al margen, pues el promedio de reses por hectárea en la ganadería en Colombia es bajísimo, como se ve en la tierra de la que hablo, y de lo cual fui testigo. Según un estudio de la universidad de Antioquia, “La ganadería bovina sigue manteniendo una gran importancia en el desarrollo socioeconómico del país, representa el 88% del total de la superficie agropecuaria nacional y conserva una participación cercana al 3,5% en el PIB.” (http://rccp.udea.edu.co/index.php/ojs/article/viewFile/89/88).

 

“A pesar de la necesidad que tiene el país de incrementar la frontera agrícola y reducir extensión de tierra dedicada a la ganadería, los resultados de la Encuesta Nacional Agropecuaria que realiza el Dane, señalan que en esta materia, el país va en contravía”. Son 30 millones de hectáreas, para 22 millones de reses, o sea un promedio de 0.73 reses por hectárea.

http://www.portafolio.co/economia/finanzas/colombia-aumenta-area-actividad-ganadera-51338. Un promedio paupérrimo para una buena producción de carne. Estamos desperdiciando terrenos en ganadería, sin aprovecharlos para producir alimentos diferentes.

 

Según lo que dice el estudio de la Universidad de Antioquia citado, no se entiende la relación entre el porcentaje de superficie con el porcentaje del PIB. Y concluyo que si se quiere llegar a una buena ganadería, es necesario pensar en tener el mismo número de animales en menor terreno, es decir, tener la producción confinada o estabulizada (en establos), o llegar a promedios entre 15 a 40 reses por hectárea, con optimización del terreno y de los pastos. Pero este no es mi tema de hoy, sino todo lo contrario.

 

El mundo entero demanda grandes cantidades de productos agrícolas, también de pescado, que pueden ser producidos en Colombia, entre ellos los que puse de ejemplo al principio del blog. Y muy pocos países en el mundo tienen la capacidad de producción que tiene nuestro país, por su variedad de climas, por la cantidad de agua en sus tierras, porque podemos producir los doce meses del año. ¿Entonces, por qué no invertimos la proporción en la utilización de los suelos? Que sea el 88% en agricultura, y no en ganadería. Lo que pasa es que ser ganadero es más fácil que ser agricultor, se maneja la finca con menos personal, se gerencia desde la ciudad, y algunas ventajas adicionales.

 

Invertir las prioridades me parece interesante. Yo me he puesto a pensar en cifras, y a mí no me dan esas cuentas, no me cuadra la vida. Observemos los siguientes datos, que son ciertos:

 

Una res consume unos 40 kilos de comida al día. En 4 años de vida promedio, (una res vive 20 o 25 años, pero se sacrifica a los 3 o 4, si es para carne). O sea, consume 40 x 365 x 4, igual a 58.400 kilos, 58.4 toneladas en su vida, 14,6 toneladas al año. ¡Cada res!

Es decir, consume en su vida 58.400 kilos, y nos devuelve 350 o 400 de carne, cuero, hueso, vísceras, grasa. ¡En cuatro años!

Si se cultiva maíz, por ejemplo, con dos cosechas al año en esas tierras, o hasta un poco más, dependiendo de las variedades, se siembran 20 kilos de semilla, (bueno, más abono, fertilizantes, etc.) y el terreno le devuelve 8.000 kilos en grano. Ocho tons. ¡En cinco meses! En cuatro o cinco meses. ¿Qué diferencia con el ganado, no?

En Colombia hay más o menos 22 millones de reses; restemos 3 millones que son para leche, o para doble uso, carne y leche, nos quedan 19 millones, lo que nos da un consumo diario de 19.000.000 x 40 kilos o sea 760.000.000 (¡setecientos sesenta millones!) de kilos, 760.000 toneladas diarias. ¡Diarias! Eso consume el ganado de carne en el país.

Para cargar esa cantidad de comida que consume el ganado, se necesitarían diariamente 25.333 tractomulas con capacidad de 30 toneladas cada una.

 

Yo me pregunto: ¿Qué tal que diariamente se sacaran 25.000 tractomulas con comida para todo el mundo y para nosotros mismos? Sería una maravilla. Dejando el ganado y cambiándolo por agricultura. Estos pensamientos míos de las 25.000 tractomulas ya son especulaciones, pues tendríamos que hacer los cálculos por producto, por hectárea, tener algo de ganado para consumo, mejorar la cantidad de reses por hectárea, y muchas consideraciones más. ¿Cuánta mano de obra utiliza la ganadería? Muy poca, comparada con la que utiliza la agricultura que podría sustituir este renglón, claro, dependiendo del producto.

 

La gran proporción de la superficie con vocación agrícola dedicada a una precaria ganadería extensiva ha explicado la baja productividad agrícola en Colombia, con consecuencias muy graves para el desarrollo humano y sustentable”. Conclusiones de otro estudio.

http://revistas.lasalle.edu.co/index.php/ca/article/viewFile/350/281

 

Bueno, también es importante saber que el ganado vacuno es el responsable del 18% del CO2 que se emite en el mundo, además del gas metano producido por sus excrementos y sus flatulencias. Sumémosle a estos datos el efecto de la deforestación para extender terrenos para la ganadería. En este estudio hay unas afirmaciones interesantes, que nos ponen por lo menos a pensar. http://www.vida-universal.es/nocomascarne/laganaderiaperjudicaelclima/index.php. Recomiendo leerlo, para tomar conciencia:

 

·        Si todos los seres humanos fuesen vegetarianos, se podría controlar el calentamiento global”.

·        La contribución de la cría de ganado vacuno al efecto invernadero es de una magnitud similar a la contribución de todo el tráfico mundial de automóviles.”

·        Para producir un kilo de carne de vacuno se emiten 6,5 kilogramos de dióxido de carbono, mientras que para un kilo de verdura sólo 150 gramos de CO2”. 

·        “Más de la tercera parte de todas las materias primas y de los combustibles fósiles en los EE.UU. se utilizan para la crianza de animales destinados al consumo humano”.

 

Estos cálculos y estas ideas nos pueden servir para repensar nuestro uso de la carne, como consumidores, para mejorar el uso del suelo de parte de las entidades del sector, y para replantear la forma de producir carne por parte de los ganaderos. Como país, ¿no será mejor importar carne de res, y producir y consumir otros alimentos, otro tipo de carnes, pescado, mariscos, camarones, pollo, pavo, aprovechando todos nuestros recursos? Yo creo que sí. Por lo menos, como personas, deberíamos reconsiderar nuestro consumo de carne vacuna por todos los problemas que nos causa su producción. Es problema que nos ataña a cada uno de nosotros.

 

Un saludo de amigo,


ALBERTO BERNAL TRUJILLO

martes, 28 de junio de 2016

PAROS AGRARIOS

PAROS AGRARIOS
Bogotá, junio 28 de 2016

Hola, amigos:

Hace ya algún tiempo había tratado este mismo tema en el blog, con otro enfoque y los invito para que lo relean. Se tituló LOS CAMPESINOS DE COLOMBIA, en Septiembre 2 de 2013.

Pero no sobra volver a tocar el asunto, aunque desde otro punto de vista. Existe una mesa nacional, MIA, Mesa de Negociación Agropecuaria y Campesina, sobre la que pueden leer en este link: https://nuevomundo.revues.org/67127#tocto1n5. Para refrescarme yo mismo la memoria, expongo un resumen de algunos de los puntos que se han tratado en las reuniones antes del paro, durante el paro, y con posterioridad al mismo:
  • ·        Control al libre comercio en el país
  • ·        Terminación de los TLCs con países desarrollados
  • ·        Suspender o controlar las importaciones de alimentos
  • ·        Desarrollo para el campo
  • ·        Resolución política y concertada del conflicto armado
  • ·        Vías de infraestructura
  • ·        Inversión social en el campo
  • ·        Subsidios al campo productivo agrario
  • ·        Política de precios de venta de los productos agrarios
  • ·        Bajos precios en insumos agropecuarios
  • ·        Educación para el campo
  • ·        Acceso a la propiedad de la tierra
  • ·        Fin a fumigaciones de cultivos ilícitos
  • ·        Control al contrabando de productos agrícolas
  • ·        Inversión tecnológica

Me parece bien que existan los diálogos con el gobierno, las peticiones por sus mejoras, hasta los paros si son necesarios, aunque uno no esté de acuerdo en todos los puntos petitorios de los diversos pliegos, en la MIA, en la Dignidad Cafetera, en la Dignidad Agraria, y en las distintas mesas que existen para tratar estos asuntos. Las peticiones de los campesinos son justas en su inmensa mayoría, y es necesario tratar de resolver sus problemas.

Pero mi punto para tratar hoy es este: en ninguna parte de los pliegos campesinos, ni en las resoluciones por parte de las mesas, ni por parte de exigencias del gobierno, he escuchado ni he leído sobre los compromisos del lado de los campesinos, ni de sus representantes, ni de sus gremios, sobre asuntos de mucha importancia, y que atañen directamente a la vida campesina, pero que nos afectan a todos los colombianos.  

¿Qué aportan los campesinos como contraprestación a sus exigencias? Porque una premisa vital y básica en una petición es definir el procedimiento. No es igual decir:

¡Necesitamos que nos conceda los siguientes pedidos! ¿Qué nos va a dar?

A decir:

Nos comprometemos a lo siguiente, pero usted debe comprometerse con nosotros a ayudarnos en nuestras siguientes necesidades.

Por ejemplo, yo no oigo que los campesinos, ni hoy, ni antes, se comprometan seriamente con los siguientes problemas:

·         Laguna de Fúquene en Cundinamarca. Desde hace muchos años vienen acabando los campesinos terratenientes con la laguna, secando sus fuentes, y extendiendo sus tierras ganaderas, que se inundan en invierno, y ahí sí reclaman ayuda del gobierno.
·        Cultivos en los páramos. Cada día son más las noticias sobre el daño causado por los cultivadores de papa sobre los frailejones en los páramos, donde está prohibido cultivar, que son nuestra fuente de agua en el país. Y siguen con el problema.
·        Minería ilegal. Sé que es un problema gravísimo, con multinacionales involucradas en el problema, pero también es problema de los campesinos en pequeñas minas, como en Amagá, Antoquia.
·   Siembra de árboles. ¿Se han comprometido los campesinos a restituir las áreas deforestadas con una siembra masiva de árboles de su región, en compañía de sus alcaldes? Yo no conozco planes generosos. De pronto se ven personas bellas que se apropian de pequeños procesos, pero no como política campesina para recuperar la tierra y proteger las fuentes de agua. O empresas como Cartón de Colombia, que reforesta, pero no como causa social, sino para su propio beneficio, lo cual no es malo.
·        Construcción de vivienda en las rondas de los ríos. Este es un problema de todo el país, se ve a diario, pero recordemos la tragedia del año pasado en Salgar, Antioquia. Es la desidia de los campesinos y de los alcaldes lo que producen estas desgracias. Y el problema sigue, y es un problema de todos, especialmente de los alcaldes, de los campesinos y de las grandes ciudades en sus cinturones de miseria.
·      Asociación para mejorar su vida. A pesar de los gremios, como Fedepapa, que lo conozco bien, estos no trabajan como debieran para mejorar el ingreso y la vida de los campesinos, y para ser productivos. En general, son individualistas y no generan sinergias entre ellos.
·         Contaminación de los ríos. En general, el campesino no cuida de los ríos, ni propende por la limpieza de los mismos. (Igual pasa en las ciudades, pero el tema hoy es el campesino). Conozco de primera mano el grandísimo problema de las curtiembres en Villapinzón Cund. que contaminan desde hace muchos años el río Bogotá con sus desechos industriales.
·        Recibir la tecnología con humildad. Este punto es importante, pues abre las mentes a mejores técnicas y a productos nuevos con mejor tecnología. Recuerdo el caso de un proyecto en Aquitania, Boyacá, cuando desarrollábamos un costal para el transporte de la cebolla junca de esa región. El campesino, ante nuevas tecnologías, comúnmente responde ante una insinuación: ¿Usted que me va a enseñar a mí, si yo llevo toda mi vida haciendo lo mismo? En cierto momento, resolvimos los fabricantes que debíamos quitarle diez centímetros de ancho al costal, pero el campesino nos respondió: no le vayan a quitar de un solo lado; quítenle 5 cmts. de cada lado.

En resumen, y como muchas veces sucede, todos estamos listos a solicitar ayuda, pero pocos se comprometen a dar en contraprestación algo que beneficie a la comunidad. Y esto no es justo. Tampoco el gobierno ayuda a resolver este círculo vicioso, ya que en sus compromisos no exige de la contraparte algo de su entrega para mejorar la situación planteada. Leyendo los resultados de las marchas y paros, no he leído nada sobre lo que recibiremos los colombianos de los campesinos. Seguramente si ese compromiso existiera, por lo menos, ganarían muchos adeptos entre nosotros, los que no vivimos del campo.

Lo que escribí es sólo una visión del problema, y lo trato así, porque tampoco leo que se hable en la radio, o la tv, ni que se escriba en la prensa desde esta perspectiva. Generalmente se habla desde el punto de vista del campesino, pero lo quise tratar desde el punto de vista de los demás colombianos. Y nada tiene que ver con que yo los apoye o no en sus reivindicaciones.

Un abrazo de amigo,

ALBERTO BERNAL TRUJILLO