martes, 28 de junio de 2016

PAROS AGRARIOS

PAROS AGRARIOS
Bogotá, junio 28 de 2016

Hola, amigos:

Hace ya algún tiempo había tratado este mismo tema en el blog, con otro enfoque y los invito para que lo relean. Se tituló LOS CAMPESINOS DE COLOMBIA, en Septiembre 2 de 2013.

Pero no sobra volver a tocar el asunto, aunque desde otro punto de vista. Existe una mesa nacional, MIA, Mesa de Negociación Agropecuaria y Campesina, sobre la que pueden leer en este link: https://nuevomundo.revues.org/67127#tocto1n5. Para refrescarme yo mismo la memoria, expongo un resumen de algunos de los puntos que se han tratado en las reuniones antes del paro, durante el paro, y con posterioridad al mismo:
  • ·        Control al libre comercio en el país
  • ·        Terminación de los TLCs con países desarrollados
  • ·        Suspender o controlar las importaciones de alimentos
  • ·        Desarrollo para el campo
  • ·        Resolución política y concertada del conflicto armado
  • ·        Vías de infraestructura
  • ·        Inversión social en el campo
  • ·        Subsidios al campo productivo agrario
  • ·        Política de precios de venta de los productos agrarios
  • ·        Bajos precios en insumos agropecuarios
  • ·        Educación para el campo
  • ·        Acceso a la propiedad de la tierra
  • ·        Fin a fumigaciones de cultivos ilícitos
  • ·        Control al contrabando de productos agrícolas
  • ·        Inversión tecnológica

Me parece bien que existan los diálogos con el gobierno, las peticiones por sus mejoras, hasta los paros si son necesarios, aunque uno no esté de acuerdo en todos los puntos petitorios de los diversos pliegos, en la MIA, en la Dignidad Cafetera, en la Dignidad Agraria, y en las distintas mesas que existen para tratar estos asuntos. Las peticiones de los campesinos son justas en su inmensa mayoría, y es necesario tratar de resolver sus problemas.

Pero mi punto para tratar hoy es este: en ninguna parte de los pliegos campesinos, ni en las resoluciones por parte de las mesas, ni por parte de exigencias del gobierno, he escuchado ni he leído sobre los compromisos del lado de los campesinos, ni de sus representantes, ni de sus gremios, sobre asuntos de mucha importancia, y que atañen directamente a la vida campesina, pero que nos afectan a todos los colombianos.  

¿Qué aportan los campesinos como contraprestación a sus exigencias? Porque una premisa vital y básica en una petición es definir el procedimiento. No es igual decir:

¡Necesitamos que nos conceda los siguientes pedidos! ¿Qué nos va a dar?

A decir:

Nos comprometemos a lo siguiente, pero usted debe comprometerse con nosotros a ayudarnos en nuestras siguientes necesidades.

Por ejemplo, yo no oigo que los campesinos, ni hoy, ni antes, se comprometan seriamente con los siguientes problemas:

·         Laguna de Fúquene en Cundinamarca. Desde hace muchos años vienen acabando los campesinos terratenientes con la laguna, secando sus fuentes, y extendiendo sus tierras ganaderas, que se inundan en invierno, y ahí sí reclaman ayuda del gobierno.
·        Cultivos en los páramos. Cada día son más las noticias sobre el daño causado por los cultivadores de papa sobre los frailejones en los páramos, donde está prohibido cultivar, que son nuestra fuente de agua en el país. Y siguen con el problema.
·        Minería ilegal. Sé que es un problema gravísimo, con multinacionales involucradas en el problema, pero también es problema de los campesinos en pequeñas minas, como en Amagá, Antoquia.
·   Siembra de árboles. ¿Se han comprometido los campesinos a restituir las áreas deforestadas con una siembra masiva de árboles de su región, en compañía de sus alcaldes? Yo no conozco planes generosos. De pronto se ven personas bellas que se apropian de pequeños procesos, pero no como política campesina para recuperar la tierra y proteger las fuentes de agua. O empresas como Cartón de Colombia, que reforesta, pero no como causa social, sino para su propio beneficio, lo cual no es malo.
·        Construcción de vivienda en las rondas de los ríos. Este es un problema de todo el país, se ve a diario, pero recordemos la tragedia del año pasado en Salgar, Antioquia. Es la desidia de los campesinos y de los alcaldes lo que producen estas desgracias. Y el problema sigue, y es un problema de todos, especialmente de los alcaldes, de los campesinos y de las grandes ciudades en sus cinturones de miseria.
·      Asociación para mejorar su vida. A pesar de los gremios, como Fedepapa, que lo conozco bien, estos no trabajan como debieran para mejorar el ingreso y la vida de los campesinos, y para ser productivos. En general, son individualistas y no generan sinergias entre ellos.
·         Contaminación de los ríos. En general, el campesino no cuida de los ríos, ni propende por la limpieza de los mismos. (Igual pasa en las ciudades, pero el tema hoy es el campesino). Conozco de primera mano el grandísimo problema de las curtiembres en Villapinzón Cund. que contaminan desde hace muchos años el río Bogotá con sus desechos industriales.
·        Recibir la tecnología con humildad. Este punto es importante, pues abre las mentes a mejores técnicas y a productos nuevos con mejor tecnología. Recuerdo el caso de un proyecto en Aquitania, Boyacá, cuando desarrollábamos un costal para el transporte de la cebolla junca de esa región. El campesino, ante nuevas tecnologías, comúnmente responde ante una insinuación: ¿Usted que me va a enseñar a mí, si yo llevo toda mi vida haciendo lo mismo? En cierto momento, resolvimos los fabricantes que debíamos quitarle diez centímetros de ancho al costal, pero el campesino nos respondió: no le vayan a quitar de un solo lado; quítenle 5 cmts. de cada lado.

En resumen, y como muchas veces sucede, todos estamos listos a solicitar ayuda, pero pocos se comprometen a dar en contraprestación algo que beneficie a la comunidad. Y esto no es justo. Tampoco el gobierno ayuda a resolver este círculo vicioso, ya que en sus compromisos no exige de la contraparte algo de su entrega para mejorar la situación planteada. Leyendo los resultados de las marchas y paros, no he leído nada sobre lo que recibiremos los colombianos de los campesinos. Seguramente si ese compromiso existiera, por lo menos, ganarían muchos adeptos entre nosotros, los que no vivimos del campo.

Lo que escribí es sólo una visión del problema, y lo trato así, porque tampoco leo que se hable en la radio, o la tv, ni que se escriba en la prensa desde esta perspectiva. Generalmente se habla desde el punto de vista del campesino, pero lo quise tratar desde el punto de vista de los demás colombianos. Y nada tiene que ver con que yo los apoye o no en sus reivindicaciones.

Un abrazo de amigo,

ALBERTO BERNAL TRUJILLO



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