LOS CAMPESINOS DE COLOMBIA
Subachoque, Septiembre 2 de 2013
A mis amigos:
Las reflexiones que todos hemos hecho de la
situación, a raíz de los paros agrarios recientes son variadas, unos a favor,
la inmensa mayoría de colombianos, y todos, en contra de los violentos que
actuaron allí.
¿Qué quienes lo promovieron, por lo menos
en su parte violenta? Unos dicen que las Farc, otros que las Bacrim, otros que
Uribe, algunos que Marcha Patriótica; lo cierto es que, según mi criterio,
fueron promovidos por alguien interesado en aprovecharse de los campesinos, por
las buenas, o mediante amenazas, con la única intención de desestabilizar el
país, antes que con el afán de reinvindicar los derechos de los agricultores y
ganaderos, lecheros, etc.
Yo creo que aquí todos tenemos algo qué
ver, todos hemos contribuido a lo que sucede, como casi todas las cosas en éste
o en cualquier país del mundo, pues hoy todo está interconectado. Lo que haga
un sector, el de los políticos, el de los campesinos, el del transporte, los
estudiantes, influye en los demás sectores. Todos, como comerciantes o como
industriales, o como trabajadores, como consumidores, tenemos parte en el
problema. Ni todo es problema para los campesinos, ni todo es culpa del
gobierno; todos somos parte del problema, y más aún, de la solución. Por
ejemplo, siendo honestos, pagando impuestos, exigiendo las penas para los
corruptos, votando por los mejores, pagando lo justo a nuestros empleados.
¿Qué los TLC van a acabar con la economía? Es
una de las explicaciones para el paro. Yo no pienso que sea cierto; por el contrario,
si no estamos en ellos, nos deja el tren, nos sacan de todos los mercados. Los
TLC han impulsado grandemente las exportaciones, y hoy nuestros productos están
en más de cien países, con empleo y mano de obra colombianos. Han aumentado
nuestros ingresos y se ha fortalecido la industria, aquella que se ha actualizado, modernizado, que se ha vuelto
competitiva. En general, ¿quiénes se salen del mercado en estas coyunturas? Las empresas que no son competitivas. ¿Qué
le pasó a la industria textil de Antioquia en los años 90’s por falta de
modernización, de actualización? Se quebró, y no era justo que todos los
colombianos sostuviéramos una industria obsoleta, por culpa del encerramiento a
nivel tecnológico. (Aclaro que soy antioqueño)
Sin TLCs, muchos de esos mercados estarían
cerrados para nosotros. Estamos en el siglo XXI, y nos debemos acomodar a las
realidades actuales y a las tendencias del mundo, en el comercio, en la
industria, en la tecnología, en las comunicaciones, en todos los sectores.
Yo mismo fui ejemplo de ello, cuando en los
años 90’s mi pequeña empresa familiar industrial se fue a pique por falta de
competitividad en la época del inicio de la apertura económica, por falta de
preparación para enfrentar al mundo.
Ahora bien, yo me pregunto con frecuencia: ¿Dónde estarían los precios de los productos para nosotros, como consumidores, si no existiera la apertura hacia el mundo? No nos alcanzaría el sueldo para nuestros gastos básicos. La competencia mundial hace que los productos para nuestro consumo estén más bajos, aunque no sea así en todos los casos, pero sí en una gran mayoría. ¿Qué tal con los mercados cerrados, y la industria nacional abusando de su monopolio con precios inalcanzables? Pensemos bien, y lo que de pronto pagamos a nivel nacional más costoso por algunos productos, se compensa, a nivel nacional, con menores costos en nuestras compras, menores gastos en las familias. Y eso se refleja también en nuestros bolsillos.
¿No es verdad que hoy viajamos más barato
en avión que hace algunos años? ¿O que compramos electrodomésticos y disfrutamos
de la tecnología a precios accesibles? ¿No vive hoy mejor un campesino medio,
con acceso a educación, a tecnología, a transporte, a viajes, a salud, a
recreación, que una persona de clase media de hace 40 o 50 años? La energía
eléctrica llega a por lo menos el 97% de los colombianos, en las más apartadas
regiones, por poner un ejemplo de los avances generales. Sé que nada es
completo en la vida, y que todas las actividades tienen problemas, pero creo que
es una verdad irrefutable. Y también sé que hay sectores a los que no llegan
todos los adelantos y la modernidad.
Yo participé durante casi 20 años en el
sector agrícola y ganadero, y conocí de primera mano los cultivos, el comercio,
el transporte, los insumos, el modo de pensar de los campesinos. Por ello,
tengo alguna autoridad para decir lo que pienso. Nuestro campesino es encerrado
en su pequeño mundo, y poco accede a la nueva tecnología y poco se acomoda a
las nuevas leyes del mercado. Al ofrecer una técnica de cultivo, una manera de
crecer en la productividad, por lo general, un campesino responde: ¡Usted qué
me va a enseñar a mí, si yo llevo toda mi vida haciendo lo mismo y me ha
funcionado! Soy testigo de ello, aún en conversaciones muy recientes con amigos
ganaderos y agricultores. Muchas veces no hay rotación de cultivos,
programación de siembras, ventas anticipadas; se cultiva para vender, y no se
aseguran los mercados para producir lo necesario. Digo, en gran parte del
aparato agricultor. De ahí nacen muchos de los problemas que existen en ese
sector.
Pongo el ejemplo de los paperos: en muchos
casos, cada uno tiene su camión propio, lleva su producto a Corabastos, por
ejemplo, y allí se enfrenta al mercado, y tiene qué vender su producto al a
veces abusivo comprador, con el riesgo de devolverse con su camión. El resultado
es que vende la papa a un precio irrisorio, en detrimento de su negocio. Yo me
pregunto: ¿Para qué existe Fedepapa? ¿No es su representante, su agremiación?
¿Por qué no se asocia con los vecinos, y en vez de llevar 100 bultos al
mercado, llevan juntos 1.500 bultos, lo negocian con anticipación, se ayuda con
su asociación, y mejoran sus ingresos? Y es verdad, y conozco este problema de
primera mano, y así sucede con muchos mercados de cultivadores pequeños, los de
la cebolla, los de la alverja, los de las legumbres, etc. Asociarse es la mejor
de las ayudas.
Falta de ese fortalecimiento en la asociación,
es uno de los problemas que observé en el paro reciente; el gobierno debería
estar sentado a la mesa con Fedepapa, con Fedearroz, con Anuc, con Federacafé, con
Analac, con Fedegan, etc, que son los representantes
de los campesinos, y no con ellos directamente. Es la asociación lo que hace grandes
los grupos, y su poder de negociación y de presión son los que ayudan a mejorar
al campesino. Pero no sólo en momentos de los paros, sino precisamente, para
evitarlos y ayudar a su crecimiento.
En general, como dije antes, todos somos
parte del problema y parte de la solución, por tanto, y para finalizar, podemos
mirar algunos detalles al respecto:
El gobierno puede honrar sus compromisos con
los campesinos y cumplirlos. Puede lograr que bajen los precios de insumos,
frente a abusos de fabricantes, como sucedió recientemente con algunas drogas
para la salud. Puede respetar a los colombianos y mejorar, con claridad y honradez,
las carreteras primarias, secundarias y terciarias, con los dineros que todos
pagamos, y cuidarnos de los corruptos.
La justicia puede ser eficiente, rápida, y
librarse de la política que la corroe por dentro, con sus intereses personales.
Los políticos pueden pensar en el pueblo, y
no solamente en sus propias ventajas, en sus ingresos, tanto legales como
ilegales.
Nosotros podemos votar por la mejor gente,
con verdadero sentido de patria, y no dejar que los malos, los corruptos, voten
ellos sí, y nosotros sólo veamos acceder a los puestos políticos a los
abusivos, y ver simplemente robarse la nación.
Nosotros podemos dejar de comprar artículos
robados, artículos de contrabando, dar pequeñas coimas por algún favor o por
alguna preferencia.
Pienso que los anteriores ejemplos y otros
más que a cada uno se les ocurran, son pequeños aportes a la solución de todos
los problemas que nos aquejan, y que siempre están y estarán presentes en todos
los momentos de nuestras vidas.
Un saludo grande,
ALBERTO BERNAL TRUJILLO
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