LA FALTA DE TERNURA
Subachoque, Septiembre 9 de 2013
Hola, amigos:
Este escrito ya lo compartí hace algún tiempo en Facebook, pero ahora lo comparto en este blog, pues no todos mis amigos están en esa red social.
Últimamente estoy preocupado con este asunto, y lo he puesto como tema de conversación en distintas reuniones familiares, pero quiero hacerlo visible un poco más, ya que creo que nos toca en el fondo a una gran mayoría de personas a lo largo de nuestra vida.
Pienso que en las relaciones de pareja existe un gran vacío en el trato diario, y este vacío tiene qué ver con la falta de ternura. ¿Qué entiendo por ternura? Es la demostración del afecto mediante palabras, gestos, acciones, caricias, para expresar nuestros sentimientos, especialmente, y en el caso que tratamos, frente a la persona que amamos.
Entonces me pregunto: ¿Por qué no somos tiernos en nuestra relación de pareja? Muchas veces pensamos que nuestra compañera de vida ya entró en nuestro corazón y que ya no necesitamos conquistarla, cuando la verdad es que el amor es un trabajo diario, con detalles, con palabras de cariño, en resumidas cuentas, con ternura. Y lo noto en la gran mayoría de nosotros, en muchísimas parejas de amigos, de conocidos, de cercanos; fallamos en esa entrega, en gastar nuestra ternura; creo que es una falla generalizada, de gran arraigo en nuestra cultura, en nuestro entorno. Entregamos el amor a cuentagotas, cuando deberíamos entregarlo a borbotones; la ternura nos fortalece, nos llena el alma, nos produce mil alegrías y beneficios.
Y claro que somos capaces de expresar nuestros sentimientos, lo que pasa es que no lo practicamos muy a menudo, somos tacaños en demostrar el amor que pretendemos tener con la pareja. Alguien en estas discusiones me hacía un comentario: "el que se enamora, pierde", refiriéndose a que quien demuestra mucho cariño y está enamorado, sufre porque la otra persona no corresponde en la misma forma. Por el contrario, la verdad es que "el que se enamora, gana". Quien se enamora, gasta sus sentimientos en su amor, gasta su amor en demostraciones de cariño. Cuando usamos el amor, sólo pierde quien no lo recibe, pero el que lo demuestra, siempre gana; es hermoso amar, aunque siempre es mejor ser correspondido en ese amor.
El amor es para gastarlo, para entregarlo, para usarlo a diario. Cuántas veces hemos oído y sentido aquellas palabras tan sabias: “en vida, hermano, en vida”; cuando perdemos a alguien cercano, es posible que aflore este sentimiento de pesar por no haberle expresado a esa persona todo nuestro amor, nuestro cariño, nuestro reconocimiento; a veces es demasiado tarde para pensar en ello, a veces es muy frustrante esa sensación de egoísmo por no tener esa palabra de dulzura para un ser cercano, para un ser amado. A veces ya es demasiado tarde para pensarlo, ya no habrá forma de subsanar ese vacío de amor. El amor no se acaba, por el contrario, si se usa, se multiplica, y nos bendice a diario.
Para ello, es importante escoger bien a su pareja, y con algo de racionalidad, sin tanta emocionalidad, tratar de ser felices, pero pensando en que la felicidad está a la vuelta de la esquina, sólo es necesario tomar la decisión de amar a aquella persona que nos espera. Por ahí en el mundo anda nuestra alma gemela, sólo que de pronto nos entregamos a los amores imposibles, pero siempre estará rondando ese alguien especial que espera nuestro amor.
Un
saludo especial.
ALBERTO
BERNAL TRUJILLO
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