jueves, 19 de enero de 2017

UNA POESIA

UN AMOR QUE SE ME VA
Bogotá, enero 19 de 2016
Hola, amigos: 

Les comparto algo de mi producción poética:


SOLEDADES
ABC

Te pedí que te fueras, no que me abandonaras,
no te quiero en mi vida, no soy parte de ti,
siempre te amé, nunca te amé,
cuando estoy contigo me siento aburrido,
cuando estoy feliz tú estás junto a mí,
me voy, me iré, pensaré en mí lejos de ti.

En medio de la playa, el sol me quema,
lo quiero agarrar, no lo puedo tener;
ven, sol, caliéntame más cerca,
tu calor me reconforta, déjate tener,
no te escapes, no seas esquivo,
seamos cómplices de la soledad,
amémonos en silencio, te prometo mi prudencia;
tú me abrazas, yo te estrecho contra mi cuerpo,
sentiremos un amor incomprendido,
estaremos tú para mí, yo para ti,
sin que acabe nunca nuestro secreto.

Pasa en un momento una ráfaga de viento,
refrescante, llena de vida, y quiero quedarme a su lado,
compartirle mis secretos, pero muy rebeldemente
se va, me toca, sigue adelante, y le respondo:
si no vas a enamorarme, no me toques, no me roces,
que me pones nervioso, déjame en paz,
yo solo me arreglo sin tu presencia, déjame en paz.

Y me acuerdo de la luz, y veo mis recuerdos
en ellos estás tú, muy cerca pero muy lejos,
no logro encontrarte con mis manos,
mi cuerpo no está contra tu cuerpo,
mi deseo es asirte, tenerte, tocarte,
pero no te siento, sólo tu recuerdo es lo que veo;
no sé por qué no te quedas a mi lado,
sé que no existes en mi vida, pero podemos
besarnos, amarnos un momento
para dejarte libre cuando el amor esté pleno;
pero no te quedas, tu luz ya no la veo,
tu cuerpo ya no existe para mí,
otra ocasión habrá de amarte,
de lucir mi cuerpo frente al tuyo,
creeré que sea verdad, con tu recuerdo
pasaré los días y viviré amándote en silencio.

Entro al mar para refrescar mi calor del cuerpo y del alma,
siento tus olas alrededor del cuerpo,
te toco, me erizas, te doy un abrazo inicial,
tú, muy rebelde, te escapas por entre mis dedos,
te quiero tener conmigo, quiero estar dentro de ti,
harás que copule en soledad, ven,
tu recuerdo llena mi alma y descansa mi cuerpo,
no te quiero, pero te amo, deseo mi soledad,
pero te espero, no sé si para bien o para mal;
no te deseo, pero te necesito.
No sé qué quiero de ti, sólo sé que fuiste mía,
que mi pensamiento te desea, no te amo,
pero en mi vida te espero.

Y llegó la oscuridad, y en medio de ese profundo negro,
te veo muy blanca, muy bella,
se aclaran mis ojos, y en vez de tu presencia,
percibo ya la imagen de la muerte,
muy segura de llevarme al infinito;
ven, muerte, que haremos el amor
antes de que cumplas tu misión.
Ni el viento, ni la soledad, ni el mar,
ni la luz, ni la oscuridad, ni el sol,
quisieron amarme, y no quiero que termine
ya mi vida sin sentir que mi cuerpo pertenece al amor,
a la soledad, a dos seres enlazados,
y saber que el mundo sigue igual sin mi presencia,
y que mi alma volará en la eternidad por ahí,
errabundo en busca del amor, y al final, felicidad.

Te pedí que te fueras, no que me abandonaras.



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