EMPLEO
INFORMAL
Bogotá, mayo 16 de 2016
Hola, amigos:
En una página de Portafolio (http://www.portafolio.co/mis-finanzas/ahorro/ciudades-pais-informal-supera-80-104678)
leo lo siguiente sobre el empleo en Colombia: “…En
ambos casos, todo apunta a que no más de cuatro de cada diez trabajadores gozan
de un puesto formal, lo que condena a los otros seis, de entrada, a un ingreso
inferior”.
Asegura, así no más, sin ruborizarse, que
seis de cada diez trabajadores colombianos tienen menores ingresos por el solo
hecho de ser informales, lo cual no es cierto. La informalidad no es la causa
de bajos ingresos, así como la formalidad del empleo tampoco es la causante de
grandes ingresos. No se puede escribir con esa esa irresponsabilidad y
afirmar cosas que no son una realidad. Pablo Escobar no tenía un empleo formal,
y no estaba propiamente en la ruina.
El empleo formal es el que tiene como
respaldo un contrato de trabajo entre el empleador y el trabajador, y en el que
éste goza de todos los beneficios y obligaciones de ley, como son las prestaciones
sociales, el pago de impuestos, la salud, etc. El empleo informal es, por el
contrario, el que no cumple los anteriores requisitos.
Existen muchas causas para
el empleo informal, y en ellas están involucrados como ejemplo, los empleadores
que son explotadores de las necesidades de la gente, pero también existen los
trabajadores que prefieren este sistema de trabajo, porque les reporta
beneficios distintos a los que recibe con un empleo formal, como el poder
disponer de su tiempo sin depender de un patrono; estar cerca de su familia, de
sus hijos, de sus padres; tener mayores ingresos que el que ofrece el mercado
laboral; disfrutar de la pereza; tener facilidad para cambiar de domicilio, de
ciudad de residencia.
En alguna ocasión propuse en
mi familia disponer de una sola persona para el servicio doméstico en tres
casas distintas, en vez de tres empleadas, para que pudiéramos pagarle un
salario mejor, y aportar las prestaciones de ley, cesantías, salud, afiliación a
pensión, y una de las respuestas para no llevar a cabo mi propuesta fue que a
las empleadas no les interesaba la forma de trabajo, porque se tenían qué
desafiliar del Sisbén, (Sistema
de Selección de Beneficiarios Para Programas Sociales) sistema colombiano que protege a las personas de estratos
sociales bajos, aportando la salud, y ciertos subsidios y beneficios de vivienda,
estudio, etc. Esta es otra de las razones por las que algunas personas no se
formalizan en el empleo, porque pierden beneficios del estado, porque dejan de
mamar la teta del estado (algunos), como el caso expuesto.
No todos los trabajadores
informales quieren formalizarse. Entre los empleos informales se cuentan casi
todos los tenderos, que atienden su negocio, por ejemplo, en su propia casa, y
del que vive su familia con estos ingresos. También están las prostitutas, y
algunas de ellas están en ese negocio no por necesidad, sino por gusto, y estoy
seguro que no querrán cambiar su forma de vida y de trabajo. Entre los que
prefieren la libertad para ejercer su trabajo, y que son informales, están algunos
vendedores ambulantes, o loteros, vendedores de cacharros, dueños de puestos en
plazas de mercado, taxistas independientes, dueños de puestos en nuestros “sanandresitos”,
narcotraficantes, artistas callejeros, emboladores.
Y también en estos ejemplos de
informalidad existen profesionales como abogados, escritores, diseñadores, contadores,
internautas, médicos, farmaceutas, ingenieros, arquitectos, modistas,
cantantes, bailarines.
Un trabajador independiente,
de cualquier clase, tiene la oportunidad de formalizarse, aportando a los
sistemas de salud, pensiones, pagar impuestos y acceder a la banca, por
ejemplo, si quisiera. Este beneficio u oportunidad no son exclusivos de los que
gozan de un contrato laboral.
Lo que quiero resaltar es que
en las estadísticas de empleo en Colombia particularmente, y en otros países
con alto porcentaje de informalidad, se hace énfasis en que el 50%, 60% o más
del empleo, es informal, y nos dolemos por esta realidad. Eso está bien, en
principio, pero a este dato debemos restarle un número muy grande de personas
que están en esa situación porque así lo quieren, no porque estén discriminados.
A un número alto de trabajadores no les interesa salir de la informalidad por
diversas razones, ya lo comenté antes, y no siempre formalizarse o tener un
empleo estable significa aumentar sus ingresos.
O sea, lo afirmo, la
formalidad en el empleo no es buena en sí misma, así como la informalidad no es
mala de por sí. Como todo en la vida, y como dijo Ramón de Campoamor: En este mundo traidor, nada es
verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. Las estadísticas sirven para todo, y se pueden
interpretar de mil formas, de acuerdo a nuestro propio criterio, a nuestros
intereses personales, a la manera como se quiera manipular a los lectores (en
el caso de Portafolio que cité antes), en fin, a múltiples razones.
La centrales obreras
deberían luchar más por mejorar entre sus afiliados y no afiliados la costumbre
del ahorro, los aportes a los sistemas
de pensión, de salud, de seguridad general, lo que mejora la calidad de vida de
cada uno de ellos. Y con mayor énfasis entre las personas trabajadoras que son
independientes o informales.
A mí no me asustan esas
estadísticas de informalidad. Lo que me asusta es la corrupción y la violencia,
que no nos dejan prosperar, la explotación infantil, el uso de las drogas, la
degradación de la familia, la politiquería, los malos políticos, todas causas
de que los ingresos de los colombianos sean bajos en general. De modo que lo
que nos debe asustar no es la informalidad, sino los bajos aportes para una
vida mejor, que pueden hacerse desde allí, como el ahorro personal, los aportes
a pensión, el pago de impuestos. Son costumbres sanas, y que se pueden hacer en
la medida de sus capacidades económicas.
Un abrazo
de amigo,
ALBERTO BERNAL TRUJILLO
e-mail:negocios.alberto@gmail.com
Blog: http://condoreslibres.blogspot.com