domingo, 27 de octubre de 2013

LOS SUEÑOS




LOS SUEÑOS
Subachoque, octubre 27 de 2013

Amigos:

Los sueños son la estrella en el horizonte que nos guían hacia la felicidad, son el espejo en el que nos debemos mirar para aprender de nosotros mismos, son la guía para nuestras almas.
Los problemas de Colombia son muchos, pero hoy me quiero referir a uno del que pienso que influye mucho en la felicidad de los colombianos, pensando en el viceministerio de la felicidad creado por el presidente de Venezuela. 

Cuando un joven se gradúa de bachiller, que es a la edad de 16, 17, 18 años, debe tomar la decisión más trascendental de su vida: decidir qué va a hacer, a qué se va a dedicar por los próximos 40 o 50 años, de lo que dependen además su futura familia, su esposa y sus hijos. Allí, en esa decisión, reposan los ingresos de una familia, pero lo que es más importante, también está en juego gran parte de la felicidad suya, de su esposa y de sus hijos. Hablo de un joven de sexo masculino, pero es válido igualmente para una joven mujer en las mismas circunstancias. 
He estado viendo el programa La Voz, que escogerá un buen cantante para que viva el inicio de una carrera fulgurante en el campo de la música. Lo que más me ha llamado la atención de la presentación de los participantes, casi todos jóvenes, es conocer cómo ha sido su vida, generalmente muy difícil por parte de su familia, en condiciones económicas duras, algunas veces en familias con uno solo de sus padres en la vida de los muchachos, con inmensas dificultades para estudiar, siendo aún mayores los problemas para participar en la adquisición de conocimientos musicales iniciales, a veces son autodidactas, y mil problemas de todo tipo que han debido sortear a lo largo de su vida.

Pero hay una circunstancia que es común en casi todos los participantes. Es su sueño, es el sueño de su vida, es creer en que su sueño es lo que debe guiar su vida, ya desde antes, y más aún después de la oportunidad que tienen de presentarse ante sus jurados, conocedores de las facultades que debe tener una futura estrella de la canción.
Estoy convencido que uno de los grandes problemas de este país, radica en la desorientación de los jóvenes en el momento de iniciar una carrera en esa etapa de su vida. Como los cupos de la universidad son tan limitados, muchos de ellos deben presentarse a varias carreras al tiempo, a veces sin ninguna vinculación entre ellas, como presentarse a Ingeniería Civil, Medicina y Contabilidad. Existe allí una dicotomía, se parte su vida en dos caminos bien diferentes, que se refleja posteriormente en una dificultad para trabajar y participar en la fase productiva del país, en condiciones de felicidad y productividad al tiempo. 

Yo, sin hacer encuestas de ninguna clase, solo por mi percepción, por lo que veo entre los jóvenes de hoy, o entre compañeros de trabajo a lo largo de mi vida, por apreciación personal, creo que la mitad de las personas en edad laboral, está en estas circunstancias, siendo sólo algunas de las posibilidades, y por las razones que se me ocurren en este momento, pero pudiendo existir más causas para que sea una realidad:
  • Estudiaron lo que no les gusta, cosa que no ayuda a cumplir sus sueños, por las circunstancias de la vida, por las dificultades para hacerlo, por desconocimiento y floja preparación en las etapas previas, y de pronto poca ayuda de sus profesores y de su familia para tomar una decisión juiciosa.
  • No trabajan en el campo sobre el que hicieron sus estudios, por razones de poca oferta, o de poca preparación académica, o porque sus estudios no cumplieron con el deseo de cumplir su sueño, sino porque estudió algo que no quería, por darle gusto a sus padres, o por falta de oportunidad de hacerlo en lo que le gustaba y que ansiaba.
  • No pudieron estudiar por cualquier razón, y hoy laboran en lo que encuentran, sin alicientes mayores, por lo que ven que sus sueños se alejan cada día más de su vida.
Es una tristeza que las personas trabajen en campos que no desean, que no buscaron, y que no contribuyen a su propia felicidad, a alcanzar sus sueños, y a no lograr un futuro más digno para sus familias, y para el país en general.

Tratando de encontrar alguna justificación a la propuesta de Maduro en Venezuela, y estoy de acuerdo con esa idea, me gustaría que el Ministerio de Educación en este país se llamara, "Ministerio de los Sueños" para que los colegios y escuelas sean “forjadores de felicidad”, “creadores de sueños”, “formadores de emprendedores”, “creadores de grandeza”. Y allí se hablará de amor, de felicidad, de creación, de bondad, de perdón, de familia, de crecimiento, de sueños, y se abandonarán la violencia, la venganza, las ofensas, la competitividad como fin, el dinero como meta, el poder como logro.

Ir tras los sueños personales debe ser el gran propósito de cada uno de nosotros; trabajar para lograrlos tiene que ser el gran propósito personal; conocer la lucha de los aspirantes a ganar un concurso de canto, me ha reforzado lo importante que es el sueño, el sueño personal, perseguirlo con ahínco, con todas las fuerzas, y alcanzar nuestras metas. Nada hay más importante en la vida, para ser feliz. Y a este mundo vinimos a ser felices.

Un abrazo,

ALBERTO BERNAL TRUJILLO
e-mail: negocios.alberto@gmail.com
Blog:  http://condoreslibres.blogspot.com/

martes, 15 de octubre de 2013

MENSAJES ERRONEOS


MENSAJES  ERRONEOS

Subachoque, octubre 15 de 2013
Hola, amigos:

Ya son muchas las veces queme ha llegado por e-mail, o por Facebook, el siguiente mensaje:
 
!Buena suerte para todos! Este año octubre tiene 5 lunes, 5 martes, 5 miércoles. Esto ocurre cada 823 años. Se llama "Bolsa de Dinero". Entonces copia este mensaje en tu muro y (dicen), el dinero llegará en cuatro días. Cosas del Feng Shui. Quien no lo copie no tundrá dinero. Cópialo antes de los 11 minutos después de haberlo leído.
 
Hemos recibido, todos, o por lo menos muchos de nosotros, correos con mensajes parecidos, relativos a temas distintos, cadenas de mensajes con diversos castigos para quien la rompa, o con premios para quien la acate.

En el caso del mes de octubre, y como para aclarar lo que allí se dice, y sobre el posible autor, que no tiene ninguna credibilidad, analicemos algunos puntos del mismo, para que no nos metan el dedo en la boca:

·       El mes octubre de 2013 no tiene 5 lunes, sino solamente 4.
·       La coincidencia que se expresa de 5 días iguales en un mes, se da en todos los meses que tienen 31 días. Por tanto, todos los meses de 31 días tienen los 3 días seguidos de inicio, que se repiten en los últimos 3 días.
·       Hay 7 meses en cada año con 31 días: enero, marzo, mayo, julio, agosto, octubre y diciembre.
·        Por ley de probabilidades, los 7 meses de 31 días del año, en promedio, empiezan por un día distinto cada vez, pues son 7 los días de la semana. Y digo que es en promedio, pues en la realidad, cada año no bisiesto, el día de inicio de enero se repite en octubre, y en cada año bisiesto se repite en julio.
·        Siendo así, en 823 años, como anuncia el mensaje, habrá 823 meses en las mismas condiciones que dice el que creó la cadena.
·        ¿Qué credibilidad tiene el autor de ese mensaje? Ninguna.
·        Con simple observación, vemos que los meses de 31 días que inician con lunes, y por tanto tienen 5 lunes, 5 martes y 5 miércoles, como en el mensaje recibido, son, como ejemplo:
·       Julio de 2013
·       Diciembre de 2014
·       Agosto de 2016
·       Mayo de 2017
·       Enero de 2018
·       Octubre de 2018
·       Julio de 2019
·       Marzo de 2021
Aquí vemos que en los 8 años que vienen, del 2013 al 2021, hay 8 meses que tienen 5 lunes, 5 martes y 5 miércoles, es decir, uno en promedio por año.
Los expertos en informática, o los comunicadores, nos han estado alertando desde hace varios años de los peligros de seguir estas cadenas, pues lo que muchas veces se pretende es recaudar direcciones de correo, amigos del que envía, ya sea para clonar, para entrar a correos, para conseguir datos personales, en fin para usos “non sanctos”. Los conocedores del tema, amigos de cada uno de nosotros, nos pueden corroborar e informar sobre el asunto.
Y las cadenas de este tipo son innumerables, están relacionadas con un enfermo que necesita nuestra fuerza espiritual; con una oración para recibir bendiciones; con la posibilidad de recibir dinero si reenvía el mensaje; en fin, son múltiples las motivaciones que tienen algunos para lograr sus fines. Y probablemente no todos los mensajes son enviados con mala intención, pero por los consejos de los conocedores, la mayoría sí son muy sospechosos.
Seguramente algunos de los amigos que leen este blog tienen casos similares que pueden compartir y con los que podremos estar alertas en el futuro.
 
Un abrazo,
ALBERTO BERNAL TRUJILLO




 

jueves, 3 de octubre de 2013


LOS DEBERES HUMANOS

Subachoque, octubre 3 de 2013
Hola, amigos:

Muchas de las acciones de las personas hoy en día, se limitan a reclamar sus derechos, sus DERECHOS HUMANOS. Es decir, todos tenemos derechos, pero parece que no tuviéramos DEBERES HUMANOS. Considero que por cada derecho, existe un deber. Si alguien tiene derecho a la vida, yo tengo el deber de respetársela; si una persona tiene derecho a la salud, el médico tiene el deber de buscar su cura; si tenemos derecho al trabajo, el empleador tiene el deber de pagarnos lo justo.

Veamos para empezar, los artículos iniciales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Toda persona tiene los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.

Existen muchos derechos consagrados allí, como la vida, la educación, la salud, la familia, la vivienda digna, la alimentación, el trabajo, un juicio justo, la no esclavitud, que están basados en la ley natural, o adoptados por la ley positiva; y al filo de estos días, parece que los deberes se hubieran abolido y únicamente quedaran los derechos.

En contraposición a esta verdad, podemos pensar que exista la Declaración Universal de los DEBERES HUMANOS. Por cada derecho a exigir, existe un deber a cumplir. Para el derecho a la vida, el deber de respetarla; para el derecho a la salud, el deber de curarla; para el derecho a la educación, un maestro que enseñe; alguien que exige un derecho tiene a otro cumpliendo un deber, ya sea una persona, una institución, un estado.

Si un joven de 15 años es sujeto capaz de cometer crímenes atroces, el estado se ve en ciertos casos imposibilitado para cumplir el deber de castigarlo, por tratarse de un menor de edad. Es incomprensible que si con todas sus facultades mentales, el joven puede elegir el camino del crimen, el estado se vea impedido a elegir el camino del castigo, con toda justicia. El joven no cumple con el deber de respetar una vida, pero exige el derecho a no ser castigado por su condición de menor.

Y no entro a analizar las motivaciones que tenga quien no cumpla un deber para obrar de esa forma; ese es un problema que podemos pensar en alguna ocasión futura; ese no es el motor para mi comentario de hoy. En el caso anterior pueden influir mil circunstancias, como la desintegración de la familia, las comunicaciones, la soledad de los adolescentes, el sexo prematuro, la falta de educación, las malas amistades. No entro a juzgar hoy ese aspecto, sólo me refiero al incumplimiento de nuestros deberes.

Yo entiendo que en la cultura oriental como en el Japón, el concepto del derecho no se introdujo sino hasta hace muy poco tiempo, pues ellos tenían muy arraigado el concepto del deber. Y ellos tienen muy alto concepto de la familia, del bien de la comunidad, antes que la sola exigencia de sus propios derechos. Y los pensadores antiguos como Platón o Aristóteles hacían énfasis en el bien común; lo mismo podríamos decir de algunos padres de la Iglesia Católica, San Agustín de Hipona, Santo Tomás de Aquino, entre ellos, o los Papas en sus encíclicas.

Es claro que se tenga el derecho a una huelga, a una protesta hacia el estado reclamando unos derechos, pero eso no impide que se cumplan los deberes establecidos; en muchas protestas en nuestras carreteras, legítimas ellas, existen desmanes como no cumplir el deber de respetarle a un camionero su derecho al trabajo, y le queman su vehículo. O no respetar el derecho de la comunidad a desplazarse por las carreteras, o impedir el derecho de los niños a estudiar, o negar el derecho de un pueblo a abastecerse de alimentos. ¿Será justo, comprensible, que se reclame un derecho legítimo, violando un deber?

Un policía que cometa un desafuero en el cumplimiento de sus labores, tiene qué ser castigado; pero vale la pena analizar ejemplos recientes vistos en paros agrarios y estudiantiles, por ejemplo; hay excesos de fuerza por parte de la fuerza pública, e igualmente hay excesos por parte de los que se manifiestan, con piedras, bombas, balas, de parte y parte. ¿Es válido juzgar tan duro a la policía y tan blando a los manifestantes que cometen excesos? Un deber de quien reclama los derechos es también respetar la integridad de los policías. Detrás de cada derecho existe un deber para cumplir.

Pensemos en esto: los policías y los delincuentes en su gran mayoría, viven en el mismo barrio, han sido compañeros de escuela, sus familias se conocen, sus hermanos son amigos, tienen las mismas raíces, y son humanos, no son de palo, se enojan, sienten, lloran, sufren; entonces, podemos ser un poco más indulgentes con los policías, y menos laxos con los que no cumplen con su deber, contrario a lo que estilan, por ejemplo, muchos noticieros en el mundo, tan dados a hacer crónica roja para lograr sintonía. Juzguemos con el mismo rasero, pensando en que los únicos que deben cumplir sus deberes no son los integrantes de las fuerzas legítimas del estado, sino que todos estamos obligados a hacerlo.

No sobra recordar que el derecho de uno termina donde empiezan los derechos de los demás, o lo que es igual, los deberes de uno empiezan donde empiezan los derechos de los demás. Como ejemplo corriente, el derecho de un paparazzi al trabajo termina donde empieza el derecho del artista a su privacidad; este fotógrafo también tiene deberes qué cumplir, y debe ser respetuoso en la vida de los famosos.

En un semáforo de nuestras ciudades se para un vehículo BMW y es abordado por un joven que ofrece limpiar su parabrisas; si el conductor no acepta, es común que el vehículo sea dañado, reclamando intrínsecamente su derecho al trabajo, pero sin cumplir el deber de respetar a su posible cliente. Y esto aparte de cualquier motivación que tenga para hacer daño, esa no es la consideración que quiero hacer hoy. Sólo insisto en el aspecto de los derechos y los deberes. Y no se crea que yo soy el dueño del BMW, pues ya hoy ni siquiera uso un Reanult 4 como el del papa Francisco.

Un niño tiene el derecho a estudiar y un papá tiene el deber de pagar por este servicio, si escoge hacerlo en un colegio privado. Pero cuando éste no puede o no quiere pagar, el derecho de hacerlo se suspende, pero no se puede suspender el derecho del niño, aun pudiendo estudiar en un colegio público gratuito. ¿No parece un poco injusto? Se distorsiona el concepto de que a cada derecho se contrapone un deber. Se crea la cultura de que sólo prevalecen los derechos, pero no se exigen los deberes.

Es simplista esta afirmación que sigue, pero parece que todo se está reduciendo en la sociedad de hoy al reclamo de los derechos, sin dar cumplimiento cabal a los deberes, y sin conocerlos siquiera. Vemos a diario cómo detrás del derecho al trabajo con el estado, algunos contratistas se roban el dinero de los impuestos para beneficio propio, sin cumplir con los deberes de un trabajo honrado y responsable. Podríamos pensar en múltiples ejemplos de reclamos justos de nuestros derechos, pero así mismo también lo podríamos hacer para ejemplos de incumplimiento de nuestros deberes a diario. Y para terminar, insisto en algunos deberes incumplidos por muchos de nosotros, y con alguna frecuencia: el de votar (que también es un derecho), el de pagar los impuestos, el de vender con IVA, el de comprar con IVA, el de no manejar estando alicorados, el de reciclar las basuras o separarlas en bolsas diferentes, el de respetar las colas, etc.

Un abrazo,

 
ALBERTO BERNAL TRUJILLO
e-mail: negocios.alberto@gmail.com
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